La serena frialdad del mármol.
Una piedra por corazón o con el corazón de piedra.
Nada te hiere, nada te hiela.
Es tu indolencia y distante belleza.
La que, al que te mira congela.
Quizás nadie pueda derretir tu coraza de acero.
Tu impermeable lona de bello terciopelo.
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