Saber ladrar, no implica morder.
Normalmente muerden los que nada ladran.
No se venga el que amenaza.
Se venga el silente.
Se toma justicia el blanqueado.
No hiede el muerto a cadáver.
Estrategias de distracción.
Solo se permite la cercanía, al que no se teme.
Y al que no se teme, no ladra.
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