Que no te nuble el día la mezquindad.
Las mareas traen y llevan arena.
Altas y bajas de rutinario oleaje.
Unas para añorar, otras para descansar.
Es una tómbola esta fiesta de la vida.
No gana el que cree, hay que creer para ganar.
En las manos del valiente cualquier artilugio es un arma.
Un arma para encarar el futuro, victoria que se fragua hoy.
A mi llegaste, de mi te fuiste, y sin quererlo alguien vino para sustituirte.
La necesidad hace llegar al amado.
Sin necesidad no llega el amor.
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