Soy un amasijo de días que se oxidan.
De segundos que se pierden.
De perdidas que se suman.
De anhelos que se esfuman.
Soy demasiado querer ser.
Y me devano en los conspicuos salón.
En los pasillos de las ametralladoras.
Al sol de las puertas de un nuevo y más pesado invierno.
Soy un acerico donde se clava el desprecio de tus frases.
Soy a cada paso y dejo de ser.
Soy lo nuevo que intento esquivar y me atropella.
Soy ajada seda.
Raído paño.
Soy bandera de la paz que amarillea y se deshilvana.
Soy laberinto que olvida.
Soy olvidado laberinto que nadie quiere transitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario