Me envuelve el vació de las sombras en este aquelarre de perdidas.
Agota y desgarra tanto la ira.
Temo el aislamiento aunque sé que será sanador.
Estaré en la nueva tierra sin nadie, lavando mis manchas con el opio, narcótico que desencadenará el olvido.
Que brazos soportarán mi tristeza, que manos quitarán de mi cuello la soga del llanto.
Siento nostalgia ante tanta nada y lloro por todo.
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