Vuelve a llover plomo.
Se llena la lluvia de repiques de infante.
Duelo sobre duelo.
Sombra sobre sombra.
Alas de cuervo que ennegrecen el helador día.
Siega la vida trigo entre la cizaña.
Siega cándidos valientes.
Siega osados que sin temor se pierden.
Llueve y llueve plomo.
En el agónico día que ha sido segada la vida del infantes.
Ciegas Parcas que no atináis a cortar hilos.
Y enmarañáis madejas añosas.
Mientras finiquitáis el hilo de bramante.
El hilo nuevo.
Unos con tantos días.
Otros con tan pocos.
Tragos amargos de agua de lluvia muy amarga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario