La trastienda de las urbes, sus bambalinas de miseria y su espiral de crimen y "motochorros".
Es la mala gestión, las ladronas cabezas, testas coronadas de repúblicas extensas, ricas, fértiles. Diezmadas por el espíritu interesado y nuciente de una élite de sanguijuelas que poco o nada estiman a su pueblo, salvo caladero de votos que en el teatral sistema democráticos los vuelva a encumbrar, a ellos o a otras nuevas testas subordinadas en la trastienda a los parásitos saliente.
Complicado que no imposible redimir al pueblo, que cegado por los lutos de la rica viuda no quiere ver.
El populismo de sacudir el mantel de las migajas convence al torturado por un hambre añejada y alienado por el bullicio de la caja tonta, vendida al mercado, cruel insufladora de directrices y pecados.
Cuando los dirigentes no pagan sus errores en las urnas, bien por pucherazo o bien por idiotizas al pueblo, está claro que el desorden donde faenan estos ladrones, se cronifica.
Maduro s, casi podridos, nada Fidel es, y muy in Morales son estas cortes que sumen en luto de privación a sus ricos pueblos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario