NO IMPORTA NADA EL IDIOMA EN EL QUE ACRIBAMOS LA IMPOSICIÓN.
Imponer es prohibir, favorecer con artimañas al idioma que flaquea, al idioma que lleno de lagunas nadie habla.
Imposiciones frías de clase que con poca clase mengua derechos ofertando a la fuerza un idioma de tuertos.
Con que facilidad crece la audiencia del circo que vende que crece un bufón que fenece y huele.
Huele a hiena, a carroña y alimaña ladrona nacida en el verdadero reino, Aragón.
Sin corona hay mucho sapo que se cree príncipe, hay mucho conde que vomita sapos.
Sapos de imponer, sapos de prohibir.
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