Mis palabras no son mis palabras,
son las palabras del que ha partido,
son las palabras del que sufre,
del que está herido.
Me encharco de su pena,
su pena me encharca.
Y mis renglones solo son trasponer su pesar,
articular su decepción.
No hablo yo,
no escribo yo,
son ellos los que por mi boca hablan,
son ellos los que por mi puño escriben.
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