Con el barro de los nuevos dioses.
Sobre la nefasta urdimbre.
Confalonieros de la vergoña.
Torres de viento y de palabras que se destersan.
Te leeré en el vigor.
Cuando te inflame el poder de la repentina erupción.
Cuando me nuble la mente el vicio.
Y a la vacuidad diga que si.
Y a la torpeza rinda fricción.
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