Cuando uno se ofende tanto, es porque las palabras tienen su eco.
Estanque perturbado por la turbadora verdad.
La verdad atenta contra la calma, contra el entente de los trasiegos.
Trasvases mundanos que cierran bocas.
Aventar cifras genera tormenta.
Es un tormento poner cifra a los robos.
Es duro afrontar sin cuentos, la verdad de unas cuentas.
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