Abro mis heridas en las tabernas.
Abro la profundidad de mi alma en las barras.
Me abro en canal en el remostoso enjambre de la libación.
Sobre el pringoso mármol lleno de cercos, donde todos se abren.
Me divido y multiplicó en el ahogo de desahogarse.
De tanto sentir ya ni siento.
Empapado de desamor y olvido.
Soy realmente el que reniego ser.
Busco el respeto de los que como yo no se respetan.
Busco diluirme en los vasos de dañina hiel.
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