Es muy húmeda la tristeza.
Es fiereza de charca turbia.
Líquenes que aterciopelan.
Líquenes que con su nostálgico mullido nada curan.
Males de días de lluvia.
De días de encierro y cristales borrosos de niebla.
Brotan las palabras empapadas de frío.
Se emborrona la tinta con la lluvia de adentro.
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