La estrategia nunca es una pataleta.
Jamás es ofuscación.
Somos la parsimonia que imponemos a nuestra cólera.
Somos tan atractivos como lo vestidos de más que estamos frente a nuestro rival.
La guerra es no mostrar ni un ápice, la guerra es frialdad.
A tientas se espera el éxito, a oscuras se aprende en las tinieblas a caminar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario