Lo que está en las dobleces, en las dobleces debe permanecer.
Tapado, escondido, oculto.
Nuestra intimidad no soporta la luz.
No soporta la autopsia del amanecer.
No soporta la letra enorme del titular.
Trastienda que no mantiene la pulcritud de la tienda.
Escaparate que vende un orden que no hay en el interior.
Primerísimos primeros planos que hacen aflorar la tapada cacaraña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario