Amores de oficio.
Tinieblas para amar.
Para morder la manzana de la hecatombe.
Pagana incontinencia que mece asesinatos.
En el verdor marchito, en la sutileza angosta.
Niños que vuelan sin haber nacido.
Si fueran toros morirán en la plaza.
Pero no son nada para un mundo de comodidad necia.
Cara y cruz, sol y sombra, áspero lodo de albero.
Angeles incinerados por las malas madres.
Incinerados sin entierro, incinerados sin rezos.
Saturnales rabizas que calcinan sueños.
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