Siervo fiel de la suavidad.
Del fuego de la esclavitud.
Del torrente de caricias de acero.
Soy ardiente y doblegada voluntad.
Amor de senderos torcidos.
De la sombra de la higuera y sus manjares.
De la intensa luz en mi noche de tinieblas.
En un soplo todo se apaga y esfuma.
Y llega mi tormenta y mi lacerante llaga.
Preso del hilo invisible que es quererte y retenerte.
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