No habita el olvido en las frecuentadas corralas, en los nidos de víboras que rememoran traspiés.
Es cruel el bucle de la envidia, la soga con la que se autoestrangula el fracasado.
La simplicidad de la peste posibilita como se extiende.
Nada complejo es el celo, pero el encelado arremete contra todo lo que es complejo.
Males de altura que padece el mezquino y burdo del llano.
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