La cordura nos aleja de la genialidad.
Locos que solo pueden hablar con locos.
Desarraigados de las manecillas del reloj.
Estrellas que no miden el tiempo.
Visionarios sin oro, que buscan la riqueza de lo intangible.
Brazos abiertos para abrazar y que no dan a basto a despedir.
Islas deshabitadas donde bulle el desorden.
Mundos de estrecheces que se zafa de envarar mantecas.
Vuela el ligero y a vista de pájaro abarca el mundo el espíritu desliado.
Ave lira sin cordeles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario