La fatalidad cae sobre mi y me apresa como un cepo cruel.
Camino de curvas trazado por mis malas acciones.
Maldición, que mi tesón en el vil juego, trajo a mi puerta.
Tardo, lento es el infortunio, pero a la postre llega.
Tanagras que adornaran mi duro lecho, musas de barro para mi sueño eterno.
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