Lechos de espinas son los días felices en los amaneceres de derrota.
Nubes férreas que lloran frente a mi ventana.
Recordar es una atadura, es un ancla.
Recordar genera nostalgia.
Lechos de rosas marchitas, que ayer embriagaban jugosas.
Hay tantos lo siento, por decir.
Hay besos de borrasca.
Hay tantos te quiero, embridados.
Quizás en la cumbre no este la gloria.
Quizás la gloria, habite en el llano.
Islas de negro pedernal.
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