¿Quién soy yo?
Para tenerte preso.
Si en mi hacienda no hay torres,
para otear el llano.
Todo lo que tengo,
cabe en un puñado.
Todo lo que valgo,
lo encierra mi pecho.
Todo lo que soy,
es del viento.
En la ladera norte,
tengo un cedro.
En la rivera llana,
planté un almendro.
No estoy llorando,
es sólo el viento.
Ese imponderable,
que mece tormentas
y en mis tristes ojos,
aviva tormentos.
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