En el árbol de la serpiente.
Con la divisa de Satán y las dobleces de rigor.
En tu merecida distancia aborreces vástagos que otras crían.
Ceguera de madres frustradas y generosas.
Diteismo donde se reza y alumbra al bien y al mal, a los dioses y a los antidioses, en el mismo altar. Con las mismas ofrendas y los mismos sacrificios, que temor tienes si a los dos contendientes te han vendido.
Que temes si uno de tus dos amantes va a vencer.
Rezarás por el más alto, el altísimo.
Rezarás por el más bajo, el bajísimo.
Contentando la cara y la cruz imposible errar la apuesta.
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