Temo las radicales caricias.
El ruido de la crisis y sus soflamas..
Temo lo fácil que es incendiar un bosque hambriento.
Las avalanchas de la muchedumbre.
El ruido de los machetes, de los gritos y el olor de la pólvora..
Temo y el temor me desordena.
Me da miedo el servidor que así mismo se sirve y olvida al servicio de quien está.
Temo las manos sucias y con guantes blancos, que no sienten dolor al robar de la boca del hambriento el mendrugo de pan que le iba a alimentar.
Temo tantas cosas, que tanto temor me agarrota, en este estadio de crisis de moral.
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