El peso del desengaño arrastró la perfidia, arañando el damero de mármol y pizarra de la planta basilical donde está en tela de juicio tu honradez.
No estoy solo, solamente soy discreto en mis compañías.
Rémoras plomizas e infértiles donde vais si en ninguna parte seréis bien recibidas.
Ver para sentir el dolo de traición, exceso de cautelas, de mesuras, para conmigo, solo para conmigo.
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