Es el filo de una cortante navaja el que separa la felicidad de la desdicha.
Fácil cambiar de estado, para mi y los demás.
Vuestra dicha mañana será desdicha.
Mi desdicha mañana será mi dicha.
Cortantes estados, filos de acero de las horas de gloria, precipicio sin baranda.
Bordes de terciopelo de los caóticos estados.
Nada es eterno, nada es perenne.
Toda floración perece, todo plantón de cardos se agosta.
Toda vereda ancha en algún punto se hace angosta.
Rodar en los ciclos, los ciclos de rodar, rotación y traslación entorno a la gloria y haciendo girar las ruedas dentadas de la demoledora desdicha.
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