Se desmorona mi fuerza en la disputa de familia.
Es tan insensata mi sangre.
Es tan visceral su amor que me destroza en su falta de raciocinio.
No me abarca mi sangre.
Me ahoga el abrazo de amor con su extraña lógica de afecto.
Solo y amado desde la distancia próxima que impone la falta de merito.
Mis méritos no son sus méritos.
Mi dicha no es su dicha.
Mi vida no es su vida.
Mi batalla no es su batalla.
Pierdo la guerra de mi sangre y me esclavizo al destino de mi casa.
Casa de ventiscas y lluvias rojas.
Corazón que por amor te encadenas que corto vuelas.
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