Muere lentamente el roble añoso, gigante que creí que estaría allí vivo siempre.
Me tantea el zaino sabiendo que soy dedil y puede hacer que se tambalee mi reinado.
Es cínico que en la cúspide los amigos sean del ganador.
En el exilio nadie te compaña, en la derrota solo eres tu el derrotado.
Tus vasallos de ayer, son hoy sus vasallos.
El poder solo compra el hoy, sin poder ya nada compras.
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