Siempre culpamos a alguien.
No abarcamos el mundo sin culpar.
Siempre por celos culpamos al que por su esfuerzo vive holgado.
Siempre buscamos la peste en la casa del otro.
Nunca vemos los carretones de fusca de nuestra casa.
Gordas mentiras de almas sucias que duermen tranquilas en sus cochineras.
Vicio insano el de culpar, vicio insano de inferior que reclama en el parasitismo su cuota de sustento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario