Yo ya no existo para ti.
Estuve en tus manos preso de amor.
Y cuando me tuviste no me acariciaste.
Y hoy cuando libre estoy y ya no soy tuyo.
Me ofreces besos de desesperación.
No creo en tu cárcel de oro.
No creo en ti, ni en tus caricias, manoseo de celos.
Ahora soy luz de nadie
Luz del viento.
Luz para que me tome cualquiera sin ningún desprecio.
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