He criado al calor de mi pecho a las viboras.
Las cuide creyendo que dar amor devuelve amor.
Que dar caricias obliga a dar caricias y calor.
No creas en regenerar alimañas.
Es el sustrato de su ser la perversidad.
No se rinde a la fiera en la concesión.
Saciada hoy dormita, pero mañana volverá a demandar con el desafuero de ayer.
Nada le importa tu satisfacción, nada le importa que para darle tu te quedes insatisfecho.
No prodigues tu calor, ponle coto a tu amor.
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