Voces vidriosas.
Voces de su amo.
Gritos de ámbitos muy raros.
Caídos de los caballos e iluminados en la caída.
Late el corazón en el repleto bolsillo.
Voces malditas de embarrados.
Voces que tiznan.
Voces tiznadas.
Voces vendidas.
Voces untadas.
Voces compradas.
Voceros palmeros.
Nada frena el graznido de la urraca ladrona, cuando su bolsillo siente herido.
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