Si se permite rodar por la ladera de lodo una banal bola.
Termina convertida en una arrolladora y mortal avalancha.
Los problemas en pendiente no se dejan para mañana.
No se dejan porque todo en pendiente rueda, y en el rodar crecen.
Hoy tormenta y mañana drama y tormento.
La inacción tiene un amplio prospecto que detalla sus múltiples contraindicaciones.
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