Dios no existe porque alguien le defienda.
Dios existe por encima de la negación.
Negar es reafirmar su existencia.
El que nada cree, nada lega.
Dios es legado, legado de fe.
Y la fe se crece en la duda.
Y la fe se crece en los sembradores de dudas.
El que no cree y a Dios niega, deja pocas obras de caridad.
Y Dios vive y se extiende en la caridad.
Dios está en las obras.
En las obras de amor.
Amor desinteresado, pues en este mundo no persigue premio.
Amor que antepone el otro, al yo.
Fértil riego es anteponer al hermano.
Es esa la razón por la que el no credo, no es riego.
Y sin riego no hay legado.
Porque nadie quiere legar desanimo y desamor.
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