Hay coronas en las que anida el dolor.
Pájaro recolector de espinas.
Recolector de pesares.
Testas altas y coronadas que atraen sin parapeto el frío invernal.
Picotean mis labios los grajos buscando en mi sangre el dulzor.
Buscando la miel, que yo en la niebla de la adulación entrego.
Sin referencias y solo, hasta la interesada caricia sabe a pura caricia.
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