Que cuando nos prende, nos lía con sus tentáculos de desgracia.
Nos lía y de su lió no salimos ilesos.
Duras estocadas que nos baldan.
Se ceba la tragedia en los más justos.
Se ceba el cáncer en los más santos.
Se ceba la vida repartiendo desdichas entre los que nada las merecen.
Ciego sino que sin tino libra de la pena al más dañino.
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