Verde erizado de horas pares.
Azul marino de sal impar.
Todo duele al pasarnos por encima.
Al herirnos con la marcha.
Con el viaje sin retorno.
Con el frío de los meses sin sol.
Siempre te quise con el dolor que otorga no existir.
Siempre he insistido para que sintieras mi existencia.
Soy solo suspiro pasajero.
Que sabe que olvidará.
Tras tanta sin respuesta, tu puerta golpear.
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