Huimos del dolor, cuando el dolor es nuestro amigo.
Es el margen a evitar.
Es donde habita el marginal.
Es el que nos avisa de la tragedia.
Es el que con su alarma nos salva.
Sentir dolor es estar vivo.
Es sentir que erramos.
Es ver que virando dejamos de sufrir y de errar.
Hay que huir del dolor, pero después de averiguan por qué el alma nos duele.
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