domingo, 15 de octubre de 2017
Buscame en las tormentas
Hay hondura en un centímetro.
Hay kilómetros sin ninguna hondura.
Suspiros que saben a gloria.
Gloria que no es atrapada por mil suspiros.
No busques la paz de tus días.
En la paz no habita el éxito.
Sólo el guerrero saborea el fracaso y sin desánimo prende de nuevo el hierro.
Hay batallas que se pierden por ausencia.
Hay días vividos sin presencia.
Más vale ser fogonazo cegador, que discreta y pusilánime pavesa.
Anchura de miras, anchura es tus días.
Cauce que muerde el lecho de pedernal y lastima con caligrafía indeleble el granito.
Soy el fruto del tiempo, no vivir tiempo sin dar fruto.
Amame y anexionarse a tu reino efímero, a tu reino al margen del viento.
del viento que esparce notas y propicia el olvido.
El mundo me olvidará, pero yo sé que he vivido.
Brillantes que caben en un puño, o banalidad que hace mil gavillas.
No me busques en la calma, mi ser persigue tormentas.
Mi ser es rayo, que si parpadeas te pierdes, pero que al impactar mueve montañas.
Ámame como la primera vez, ámame como si fuera la última.
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