Me empapa el fracaso, el fracaso en los afectos, el fracaso en el amor.
Demasiado autosuficiente, demasiado sincero, demasiada es mi brutalidad.
No sé amar o nadie me ama como yo sé.
Me desvanezco en los días sin cólera, en la cólera contenida de mis aburridos días.
Hábito el infierno, mi infierno, el infierno de un idolo de barro, el desierto de mi soledad.
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