martes, 15 de mayo de 2018
Los Antiguos
La soledad genera monstruos y los monstruos mitigan su soledad, generando inmundicia, arremolinándose en las corralas del vicio. Tenedores cruzados en las escaleras, en los armarios. Trapos rojos en las ventanas, en los balcones, en las solanas. Velas de oscuridad moral.
La panoplia que despliega el mal, para impresionar al sugestionable, es prolija.
Tiempos de circo de baladrones, de mujeres barbudas, de lisiadas antiguas que parasitan en la iniquidad, la nívea benevolencia del incauto, del ingenuo que cree a pies juntilla, las patrañas de la escoria amoral.
No temo al que hace vudú, al que amenaza con la sugestión, al que medra con el temor que siente el incauto, con la ingenuidad del cándido, con el infantilismo de los personaje maleables.
¿Qué son ? Sólo vulgar barro, libidinoso malestar de papos muy ebrios.
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