Hablamos de partes que olvidan la imbricación.
Sin estanqueidad, sin cámaras ignífugas.
Somos un todo incendiable.
Somos valles inundables.
Nada está a salvo de la ira de la envidia.
Irresistibles días inmaculados.
Borrascas que buscan soleados días.
Días que tienen sus minutos de tormenta.
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