El sueño y el amor son similares.
Ambos se empapan de fantasía.
El amor idealiza,
y el sueño persigue ideales.
Falaz es la prosaica tierra,
que habitan los mortales.
Y carcelera la desidia del humano,
que no corre tras la centella,
que ilumina instantes inolvidables.
Sin ti ¿Qué sería mi partida?
Yo dueño de todas las torres,
sería solitario Rey.
Te necesito para mi victoria.
Pues no hay éxito sin rivales.
No busco a cualquiera.
Sólo me derrocho y busco,
fieras iguales, en mañas y maneras.
El amor no es corriente.
El amor fulmina.
Calcina el comedimiento,
y al corcel que está engrilletado,
lo libera y desembrida.
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