domingo, 6 de febrero de 2022

El lobo vino a mi cama


El sol toca el arpa 
y florecen los almendros.
Ya no hay mañanitas 
de niebla ni en febrero.

Yo dolores no tendría, 
si no me hubieras lastimado.
Yo al sol estaría 
si la herida de mi pecho 
por ti no me tuviera postrado 

Todo el día, yo lloraba, 
toda lluvia era poca.

Y dices que yo ya no te quiero 
y te digo, que yo no quiero tormentas y líos, 
que amar es clara mañana 
en la que el amado con su abrazo te quita el frío. 

El lobo vino a mi cama, 
por el sangrar de mi herida 
y cuando ya estaba a mi vera, 
me dijo, que tú ya no existías. 

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