martes, 1 de marzo de 2022

El lazo negro


Siempre fui 
un niño enfermo, 
desganado y absorto, 
aunque nunca 
me gusto serlo, 
pero natura 
decidió por mi 
y yo asumí 
muy a mi pesar 
ese reto. 

Jamás me manche, 
jamás alborote mi pelo, 
jamás deshice el lazo 
de terciopelo negro 
que todas las mañanas 
hacía mi madre al rededor 
de mi frágil cuello. 

Siempre fui delicado, 
un poco siniestro, 
de risa difícil 
y ojos muy negros. 

Y tarde mucho, 
pero que mucho tiempo, 
en amar los talentos 
que al nacer 
me dio el cielo. 

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