domingo, 15 de abril de 2018
El suculento verdor
Siento en mis pies la humedad de la hierba, su suculento verdor.
Siento los charcos y la suavidad de sus limos, reposo de escorrentías, carne de cárcavas.
Siento el cuarzo lechoso y cortante, siento su dureza, la fragilidad de lo pétreo.
Ni las duras rocas escapan a la meteorización del viento.
Siento el frío de la primavera, siento sus mañanas de niebla.
Siento este Abril de invierno que huele a leña, que huele a fuego.
Siento no sentirte, porque mi mano yerma está cansada de despedir placeres en este ecuador de flores, en este valle de almas de invierno, en este robledal de líquenes que encharcan mi pecho.
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