es desfallecer
en estas mañanas
de niebla,
donde la frialdad
hiere mis yemas,
que te buscan
palmo a palmo,
en la yerma
ausencia.
Agua salada
que brota
de mi desolación,
fiebre que tú
no calmas,
soledad,
traición.
No estoy
mejor solo.
No, nunca aprenderé
a estar solo.
Solo,
sin ti.
Sé lo que quiero,
pero no sin ti.
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