y el infierno campa libérrimo
por este erial.
Nada borra la decepción,
ni la música calma
la quemazón del dolor.
Te quisiera decir
sin que te dieras cuenta,
que ya has muerto
en la linealidad
de mi existencia.
No soporto el hedor
que arrastra la intrascendencia
que yo magnifique.
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