Desordenaré las lluvias.

El estúpido mesianismo de los mediocres, charcos de lodo donde el sol no se refleja. Vivimos, quizás como siempre porque perdemos con facili...

El océano frente a mi,  y en la cara su frialdad.  El deseo es oleaje,  oleaje que sin distinción  todo lo arrastra,  y lo trae a la orilla,...

Sólo creo,  en los espacios  abigarrados,  en la acumulación  infinita, en la absurdidad  y la petulancia,  en la altanera  soberbia,  en la...

En la distancia  sólo es posible  comunicarse con palabras,  la piel nada cuenta.  Nos desvivimos  por lo que anhelamos.  Detestamos  lo que...

Hay cuerpos,  que es imposible  no desearlos.  Las luces estroboscópicas  iluminan con sus espasmos,  las manos que levantadas se agitan.  V...

¿Qué hace a las palabras distintas?  ¿Qué hace que algunas palabras venzan la distancia? ¿Qué hace mi mano cuando desespera porque no te alc...

Mi dolor es cárstico,  paisaje interior,  de grandes  y subterráneas cámaras,  donde he enterrado  ya a demasiados reyes. Piedra caliza  de ...

"Tras la estelaridad siempre hay atroces dramas, jugosos manjares para las arpías patibularias. El éxito es abnegado esfuerzo, aunque a...

La última vanidad, la última instantánea, abrir y cerrar de ojos que busca nuestra eternidad. La belleza de la desgracia, el dolor que inten...

Que fácilmente afloran los recuerdos en los días tristes, cuentas pendientes, momentos de supina dicha, conflictos, olores, traumas, todos e...

"La envidia es un francotirador, que te pone en la mira de sus traumas, que embargado de la cólera de la inferioridad, apunta a tu regi...

Tras  la cima  de reír,  llega el valle  de llorar.  A veces,  muy pocas veces,  casi nunca,  somos conscientes  de que los ojos  del mundo ...

Miradas  de pena e ira,  que ávidas  de traspiés,  pasan la vida  en las ventanas.  Lenguas esclavas  de la maledicencia. Todo es bajeza,  n...

Crepita el cielo  en las negras aguas  y el jinete  sin cabeza lanza saetas  a los dormidos  gorriones,  ángeles,  que buscan  praderas  don...

Me obceco en disfrutar el perfume de tu nada, erial en el que mi loco empecho ha edificado mil castillos. Me empeño en ver horizontes desde ...