domingo, 14 de mayo de 2017
El roble majestuoso
Se desplomo el roble majestuoso.
Lo derribó la tempestuosa tormenta.
Hijos de una tierra que cuenta nuestros días.
Sol de justicia que agosta briznas plagadas de garrapatas.
Entre los sones de la estridencia, de una romería sin Santo.
Peregrinar huero de nucientes alimañas.
Nos permite vivir el viento.
Nos derriba el vendaval.
Colapsan las raíces y se desploma el soberbio vértigo.
Se hace rasa la torre alta mina por los pesares que minan los ocultos cimientos.
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